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Mostrando entradas de diciembre, 2022

La Gracia del Mar

DESGRACIADOS La vida sedentaria nos destruye, arrojando su copa gritó irritada Europa mirando al mar que fluye, fluye y fluye... Entregada a la queja y los azares,  sin el poder del Dios que nos anima, como dijo Mishima, despreciaron la gracia de los mares. Jesús María Bustelo Acevedo 

¿Qué es parir?

LA CREACIÓN Parir, transformarse en par, metamorfosis bendita de la verdad infinita y perenne que es amar, saberse Dios y crear entre la risa y la queja lo que se acerca y se aleja del número solitario en el acto extraordinario de forjar una pareja. Jesús María Bustelo Acevedo 

El marino que perdió la gracia del mar

SEDENTARISMO El edipismo freudiano perdió la Gracia del Mar y el que quiso navegar se puso caliente el ano cuando se vino a asentar. Jesús María Bustelo Acevedo 

Humanismo

EL ISMO DEL HUMO Humanismo, humanismo, humanismo, convertirse en aquel que se asombre admirando en sí mismo el ombligo del hombre otorgándole universalismo, cambiar a la ola por la pescadilla que muerde su cola, ¡humo de humanismo convertido en trola! Jesús María Bustelo Acevedo 

El Padre Papeles

PECADO ORIGINAL  Sensualidad, montón de libros sabrosos embadurnados de miel, de mi hiel, de mis hieles, ¡se me va la libertad interpretando papeles! Jesús María Bustelo Acevedo 

Décima del Mundial

¡ESPAÑA VA A CATAR! De la nariz cuelga un moco y de la boca una baba, ¡y es porque el partido acaba con victoria de Morocco! Y celebran en el zoco, la mezquita y el sarao el haber dejado K.O. al parlanchín Luis Enrique, ¡que otra vez con el tabique destrozado se ha quedao! Jesús María Bustelo Acevedo 

Selene

ARGENTINA ¡Vamos, vamos, argentina!, esplendente y blanca diosa, navegando entre las olas de la noche y de la vida; reina de los corazones, llave del misterio, lírica réplica mágica y única del destino, del enigma, ¡santa y poderosa Luna! ¡Vamos, vamos, Argentina! Jesús María Bustelo Acevedo 

El hombre blandengue

PEQUEÑITO Blandengue, merengue, dengue, que el machirulo empinado mengüe, mengüe, mengüe y mengüe y convertido en minucia lloriqueando se vengue. Jesús María Bustelo Acevedo